Alumni pel món: Aida Colomé

Compartimos unas letras de Aida Colomé, que nos transmite su experiencia del Erasmus hecho en Bath ( Somerset. Inglaterra).

"Me han gustado los idiomas desde pequeña, y el inglés me apasiona. Después de estudiar en Aura durante diecisiete años empecé un Grado de Inglés en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Aunque también me gustaban otras carreras, me decidí por Inglés quizás porque era donde más encajaba. Además, tuve la suerte de empezar con muy buen nivel y mucha práctica gracias a todo lo que aprendí en el colegio.

Una de las cosas que tenía claras desde que empecé la Universidad era que quería hacer un Erasmus, ya que todo el mundo me había hablado de ello y decían que era una gran experiencia. Este año empecé mi tercer curso de carrera en Bath, la ciudad más grande del condado de Somerset, en el sudoeste de Inglaterra.

Durante estos tres meses he tenido la oportunidad de conocer a gente de todo el mundo; conocer más la cultura británica, y también la de otros países; visitar ciudades como Londres, Bristol, Oxford, Cardiff, Gloucester y otras; aprender a ser independiente y a convivir con gente que no conocía; y sobre todo a disfrutar más de cada momento. No podría haber elegido mejor sitio para ir de Erasmus, Bath es una ciudad con mucho encanto, y llena de estudiantes como yo. He visitado cada uno de los rincones más conocidos de la ciudad: los Roman Baths, la abadía, el Pultney Bridge, el Royal Crescent, Prior Park, el museo de moda e incluso el famoso Christmas Market. He disfrutado de la experiencia de vivir en un auténtico Campus Universitario en medio del campo en el que habían vacas, ovejas, ardillas, un lago con cisnes y patos, y hasta un castillo. He desayunado el tradicional “English breakfast”, tomado té con scones (panecillos típicos en Reino Unido) a las cuatro de la tarde, y bebido sidra en un típico pub inglés. Me he acostumbrado a decir “sorry” y “thank you” a todas horas, a ir a la ciudad en un “double-decker bus”, a los tés con leche por las mañanas, a oír a todo el mundo hablar en inglés, a llevar el paraguas a todos lados por si llueve, pero a lo que no me he acostumbrado en tres meses es a sus horarios. En resumen, he aprovechado esta corta experiencia al máximo y he aprendido un montón.

Y después de tres meses allí y de sentirme como en mi propia casa, llegó la parte más dura de la experiencia, tener que volver. Esto me recordó a cuando me fui de Aura. Tras tanto tiempo, momentos, recuerdos, y experiencias, decir adiós no es fácil. Por eso animo a todos los que estéis en la Universidad a iros de Erasmus si podéis. Es una experiencia única que solo entenderéis cuando la viváis".


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